Desde que llegue a este pequeño pueblo comencé a tener costumbre por dar vueltas en el centro neurálgico de Villa Alemana, eso si que sin detenerme u observar mucho el entorno.
Siempre observaba que algunos niños de mi colegio iban a dar unas vueltas después de cada jornada escolar , para distraerse o solo para ir a tomar la micro al paradero del centro, pero cuando chico lo tomaba como algo ilógico, debido a que algunas personas vivían muy cerca del establecimiento y podrían tomar la movilización en el mismo paradero del colegio, es ahí donde escuchaba los comentarios de mi hermana –ya te veré yo cuando crezcas, también iras a dar vueltas como gil-
Luego de un tiempo comencé a vivir la experiencia que ya muchos practicaban, creo que eso nació por buscar algo, buscar esa tranquilidad que te da el centro de Villa Alemana, después de una agotadora jornada escolar. Es de ahí donde entendí el verdadero significad de esas reiteradas vueltas al centro, comencé a sentirme uno mas de la ciudadanía, uno mas que siempre habituaba los mismo lugares, en resumidas cuentas me sentí un villalemanino pleno. Desde ahí que comencé a apreciar y observar las intrigas que posee mi cuidad.
Al tener reiteradas visitas al centro, observe como mi cuidad poseía un flujo de persona medianamente extenso, pero con una clara diferenciación. En algunos lugares era muy reiterativo que permanecieran unos tranquilos personajes, estos personajes son los “eterno jóvenes”, que mas que personajes encuentro que son la representación de la ciudadanía completa.
Cuando comencé a prestar atención a esta tranquila cuidad, me di cuenta como esta se conformaba o se organizaba solo para ellos, ellos que día a día se sentaban en las pequeñas bancas colindantes al paso peatonal, o que algunos de ellos también permanecían en el sector de más elite de la cuidad, este sector que poseía las mayores comodidades y los mayores servicios para sus cliente, este el emblemático Imanol, o la Pizzería, dejando una clara diferenciación económica entre sus principales habitantes “eternos jóvenes”. También abrir los ojos con el tema de la música de la cuidad y como esta era hecha solo para ellos, muchas veces escuche boleros, escuche tangos, cuecas o temas de antaño, siendo estos poco acorde con mis gustos, por lo cual me quedo una clara sensación, esta cuidad estaba hecha solo para sus fieles habitantes (“eternos jóvenes”), ya que cada día observaba como solo pasan y pasaban las masas de gentes después de un arduo trabajo, pocas veces las vi sentadas, observando o escuchando la música sintonizada en sus parlantes, esto me dejo en claro que mas que habitantes solo son peatones y turistas por algunas horas.
Siento que esta cuidad no solo esta conformada por aquellos ancianos que han permanecido casi su vida entera en esta cuidad, también hay muchos habitantes que recurren permanecer en el centro por pequeños lapsus de tiempo, estos deberían ser considerados, y entendido por la comunidad, por lo tanto es así como me siento, un peatón que no lo consideran como un Villa Alemana no, siento que nunca se me dieron las instancias para compartir con mi comunidad, nunca me dejaron expresar, nunca pusieron música de mi agrado, nunca sus proyectos fueron enfocaos hacia mis pares.
Pero solo me queda dejar escrito alunas palabras, creo que esta cuidad aun no cambia su mentalidad, aun creen que esos ancianos sentados sin ninguna aporte comunitario son la clara y viva representación de su ciudadanía completa.
Están en un grave error, solo los invito a leer el eslogan de nuestra querida cuidad.
“la cuidad de la eterna juventud”, mucho que decir y hacer.
Siempre observaba que algunos niños de mi colegio iban a dar unas vueltas después de cada jornada escolar , para distraerse o solo para ir a tomar la micro al paradero del centro, pero cuando chico lo tomaba como algo ilógico, debido a que algunas personas vivían muy cerca del establecimiento y podrían tomar la movilización en el mismo paradero del colegio, es ahí donde escuchaba los comentarios de mi hermana –ya te veré yo cuando crezcas, también iras a dar vueltas como gil-
Luego de un tiempo comencé a vivir la experiencia que ya muchos practicaban, creo que eso nació por buscar algo, buscar esa tranquilidad que te da el centro de Villa Alemana, después de una agotadora jornada escolar. Es de ahí donde entendí el verdadero significad de esas reiteradas vueltas al centro, comencé a sentirme uno mas de la ciudadanía, uno mas que siempre habituaba los mismo lugares, en resumidas cuentas me sentí un villalemanino pleno. Desde ahí que comencé a apreciar y observar las intrigas que posee mi cuidad.
Al tener reiteradas visitas al centro, observe como mi cuidad poseía un flujo de persona medianamente extenso, pero con una clara diferenciación. En algunos lugares era muy reiterativo que permanecieran unos tranquilos personajes, estos personajes son los “eterno jóvenes”, que mas que personajes encuentro que son la representación de la ciudadanía completa.
Cuando comencé a prestar atención a esta tranquila cuidad, me di cuenta como esta se conformaba o se organizaba solo para ellos, ellos que día a día se sentaban en las pequeñas bancas colindantes al paso peatonal, o que algunos de ellos también permanecían en el sector de más elite de la cuidad, este sector que poseía las mayores comodidades y los mayores servicios para sus cliente, este el emblemático Imanol, o la Pizzería, dejando una clara diferenciación económica entre sus principales habitantes “eternos jóvenes”. También abrir los ojos con el tema de la música de la cuidad y como esta era hecha solo para ellos, muchas veces escuche boleros, escuche tangos, cuecas o temas de antaño, siendo estos poco acorde con mis gustos, por lo cual me quedo una clara sensación, esta cuidad estaba hecha solo para sus fieles habitantes (“eternos jóvenes”), ya que cada día observaba como solo pasan y pasaban las masas de gentes después de un arduo trabajo, pocas veces las vi sentadas, observando o escuchando la música sintonizada en sus parlantes, esto me dejo en claro que mas que habitantes solo son peatones y turistas por algunas horas.
Siento que esta cuidad no solo esta conformada por aquellos ancianos que han permanecido casi su vida entera en esta cuidad, también hay muchos habitantes que recurren permanecer en el centro por pequeños lapsus de tiempo, estos deberían ser considerados, y entendido por la comunidad, por lo tanto es así como me siento, un peatón que no lo consideran como un Villa Alemana no, siento que nunca se me dieron las instancias para compartir con mi comunidad, nunca me dejaron expresar, nunca pusieron música de mi agrado, nunca sus proyectos fueron enfocaos hacia mis pares.
Pero solo me queda dejar escrito alunas palabras, creo que esta cuidad aun no cambia su mentalidad, aun creen que esos ancianos sentados sin ninguna aporte comunitario son la clara y viva representación de su ciudadanía completa.
Están en un grave error, solo los invito a leer el eslogan de nuestra querida cuidad.
“la cuidad de la eterna juventud”, mucho que decir y hacer.
-Mauro-
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